viernes, 23 de octubre de 2009

CEMENTERIO TOXICO AFECTA A HERMOSILLENSES




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Con 300 mil toneladas de residuos tóxicos en sus instalaciones, Cytrar es el confinamiento ilegal más grande de México. Por ello, el Consejo Ciudadano para la Protección del Medio Ambiente de Sonora y Greenpeace México exigen a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la remediación total e inmediata del sitio.

Primeramente fue construido como un confinamiento para residuos industriales de baja peligrosidad por la Planta Ford, lo que hoy conocemos como Cytrar, esto fue a mediados de los años 80 y recibió su primera autorización por parte del Instituto Nacional de Ecología el 7 de diciembre de 1988, la cual fue otorgada a nombre de "Parques Industriales de Sonora", con una duración de cinco años y exclusivamente para residuos regionales.

En 1998 se inicia el traslado de residuos peligrosos a Hermosillo, Sonora de toda la República Mexicana, incluso del extranjero e inicia el funcionamiento ilegal del tiradero de basura tóxica, contando con un permiso de uso de suelo expedido por el Ayuntamiento de Hermosillo. El basurero de residuos tóxicos Cytrar, ubicado en Hermosillo, Sonora, fue operado por el grupo español Técnicas Medio Ambientales (Tecmed) entre 1996 y noviembre de 1998. En sólo dos años, esa empresa virtió de manera clandestina todo tipo de residuos entre los que destacan metales pesados (plomo, mercurio, manganeso), askareles, solventes, medicinas caducas, residuos biológico-infecciosos y baterías de automóviles. En el predio semi abandonado, todos esos desechos se encuentran mezclados y al aire libre, amenazando a la población.

Debido a las protestas de los grupos sociales en contra de este confinamiento, la empresa Tecmed demanda a México por daños y perjuicios por el cierre del Cytrar, ante el International Centre for Settlement of Investment Disputes (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones /CIADI). Para el 19 de noviembre del mismo año, la Semarnat decide no renovar la licencia de operación del confinamiento, ante la demanda de los grupos sociales de Sonora.


El 18 de diciembre de 2004, la Profepa acordó con el Consejo Ciudadano la remediación total del sitio, debido a la contundencia de los resultados y a los alarmantes niveles de contaminación por sustancias altamente tóxicas encontrada en agua y suelo. Más tarde, la Profepa anunció que sólo se remediaría las 2,300 toneladas de residuos tóxicos que están en la superficie (menos del 10% del total) y que se sellarían las dos celdas, las cuales serían "monitoreadas de por vida".


POZOS DE AGUA Y ACUIFEROS SUBTERRANEOS

Los lixiviados son líquidos peligrosos que resultan de la mezcla de agua de lluvia con residuos tóxicos y tienen altas concentraciones de contaminantes. Pueden llegar a los acuíferos subterráneos y provocar problemas de salud en la población vecina.
Además se prevé el recubrimiento de la laguna de evaporación de 1.1 hectáreas, la construcción de un sistema de drenaje periférico y la extracción y disposición final de 3 metros cúbicos de suelo contaminado con hidrocarburos.

SUELO Y SUBSUELO

En una muestra que se tomó cerca de la laguna de evaporación a dos metros debajo de la tierra se encontraron hidrocarburos totales de petróleo (TPH’s), lo que podría sugerir una filtración de esta laguna.

CONSECUENCIAS

En el predio se encuentran depositadas aproximadamente 64 mil toneladas de residuos peligrosos.• Han sido ubicados dos puntos contaminados con hidrocarburos.• De no sellarse las celdas, los riesgos de afectación a la salud de la población y al medio ambiente se elevarán gradualmente con el paso del tiempo.• El agua de lluvia, aunque escasa, seguirá penetrando a través de las celdas y generando lixiviados de forma permanente.

Podrían llegar a los mantos acuíferos, contaminando las aguas que se utilizan para regar tierras de cultivo y para el consumo humano y de animales, propiciando el desarrollo de diversos tipos de cáncer, malformaciones geneticas, ceguera, envejecimiento prematuro y finalmente la muerte de humanos y animales.

Si los sonorenses no nos ocupamos de proponer soluciones, las autoridades responsables que viven en la ciudad de México, que ni ven, ni sienten el problema del Cytrar como lo vemos y lo sentimos nosotros; ellos nunca se van a preocupar por solucionar esta problemática, como ha quedado demostrado hasta el momento.

Las autoridades federales le apostaron a la no participación ciudadana, creyeron que el pueblo de Sonora se iba a quedar callado y han encontrado resistencia, porque saben muy bien que no han cumplido con la ley y se equivocaron, porque cada día existen ciudadanos más enterados, más participativos y más responsables con el medio ambiente y su salud y vemos que las autoridades ecológicas una vez más se equivocaron.

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